Jóvenes presentan propuesta para prevenir embarazo adolescente en Colombia

Colombia asumió el compromiso de disminuir el embarazo adolescente a 15% y cumplir así con el objetivo de Desarrollo del Milenio, una ambiciosa meta que requiere acelerar las acciones y reforzar los compromisos de las autoridades nacionales y locales, y de la sociedad en su conjunto.

Según Linda Criollo, representante CNJPEA, “esta es una oportunidad para que nuestra  voz se incluya en las iniciativas para prevenir el embarazo adolescente en Colombia, por lo que trabajaremos con cerca de 200 jóvenes en la preparación de una propuesta concreta para presentar a  las instituciones gubernamentales”.

El evento marca el inicio de la Semana para la Prevención del Embarazo  Adolescente en Colombia, en la que se realizará una serie de actividades a lo largo del territorio nacional con la participación de todas las instituciones del Gobierno, incluyendo el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), ya que el abordaje de este fenómeno –que afecta a una de cada cinco adolescentes entre 15 y 19 años– requiere de trabajo intersectorial y se ha definido como una prioridad en el documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) 147.

Según Tania Patriota, del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Colombia, “el embarazo en la adolescencia es causa y consecuencia de grandes desigualdades socioeconómicas y un obstáculo para el desarrollo en la región, pues reduce las posibilidades de que las madres a esa edad culminen sus estudios, se vinculen al mercado laboral y tengan condiciones de vida digna, lo que aumenta las posibilidades de que persista el círculo intergeneracional de pobreza.”

Estudios recientes confirman la necesidad de abordar este fenómeno desde diferentes aspectos, al señalar que, si bien es cierto que existen factores que aumentan la posibilidad del embarazo precoz –como la violencia intrafamiliar y el limitado acceso a la educación y a los métodos anticonceptivos–, también hay factores que disminuyen la probabilidad del embarazo –como la permanencia escolar, el acceso a servicios de salud amigables y especializados para adolescentes y jóvenes, las relaciones positivas con familiares y amigos, y el acceso a oportunidades–.

Este abordaje deja claro que no se trata de un problema que deban afrontar solamente las carteras de Salud o Educación sino también las que tienen que ver con cultura, recreación y derechos de las niñas, adolescentes y jóvenes, por ejemplo.