La cocina de la familia puede desencadenar hábitos alimentarios poco saludables si sus estantes están llenos de refrigerios azucarados. Reorganice la cocina para convertir los alimentos que estimulan la dieta en la opción más natural.
Mantenga los alimentos saludables a la vista. Mantenga un tazón de fruta en el aparador y verduras previamente picadas en el refrigerador. Cuando sienta hambre, tendrá a la mano un refrigerio saludable.
Reduzca la tentación. Si sabe que no puede controlarse con las galletas, mantenga éstas y otros alimentos que arruinan la dieta fuera del alcance, o incluso mejor, fuera de la casa.
Siempre coma de los platos. Comer directamente de un recipiente o de una bolsa promueve el consumo excesivo de alimentos.
Utilice platos más pequeños. Si usted empieza una comida con menos alimento frente a usted, probablemente comerá menos cuando termine.
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